Jericalla
Es un postre típico en la ciudad mexicana de Guadalajara y en diversos países de Centroamérica. Está hecho a base de leche, huevos, vainilla, canela y azúcar.
Este postre ha llenado de sabor las casas tapatías desde sus primeras versiones en el siglo XVIII hasta nuestros días. Aunque no existe una fecha concreta de su aparición, se sabe que la jericalla se preparaba de una forma tradicional y con ingredientes naturales.
Este postre tiene muchas versiones sobre su origen, una de ellas cuenta que el postre lleva el nombre del lugar en donde nació una de las monjas que cocinaba para los niños huérfanos del Hospicio Cabañas, ubicado en el antiguo barrio de San Juan de Dios en el centro de Guadalajara. El nombre del pueblo es Jérica, en la comunidad de Valencia en España.
En el siglo XIX, las monjas del
hospicio alojaban y cuidaban a niños huérfanos de la ciudad y en busca de
darles un alimento atractivo y nutritivo crearon un confite lleno de calcio y
proteína.
Luego de hornear la mezcla por primera vez, las monjas notaron
un pequeño aspecto quemado en la superficie. Al probarlo, se dieron cuenta de
que la capa dorada con toques tostados aportaba un sabor único.
Hoy
en día la jericalla es reconocida a nivel internacional como un dulce
de origen mexicano. Gracias a su delicioso sabor y a su fácil elaboración, la golosina
de leche “quemada”.
No
ha tenido cambios con el paso del tiempo y en sí es un dulce mexicano cuyos
ingredientes predominantes son leche,
huevos, vainilla, canela y azúcar, estos se hornean hasta que se hace una
especie de natilla, tiene una corteza dorada o tostada la cual va en capitas
hasta su interior.
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