lunes, 27 de diciembre de 2021

 

-Leyenda de la carreta de la muerte

Los pobladores de Miahuatlán cuentan que por la calle Basilio Rojas, en el centro de la localidad, en las noches se escucha el golpeteo de una carreta y el acompasado paso de unos caballos, acompañados de silbidos o de carcajadas.

Si bien nadie la ha visto, el sonido es fuerte y claro, lo suficiente para hacer que las abuelas y las madres prohibieran a los niños salir a la calle a jugar durante la noche, porque seguramente se toparían con el horror de la carreta de la muerte.

Aunque se desconoce el posible origen de este perturbador ruido, los pobladores aseguran que se remonta a la época de cuando Miahuatlán era hogar de arrieros comerciantes, que vivían de transportar víveres, mezcal y otras mercancías hacia la costa.



 

-Leyenda de la princesa Donají

La hermosa princesa Donají era la hija de los reyes del pueblo zapoteca, que vivían en constante guerra con sus vecinos, los mixtecos. En este ambiente de violencia y muerte, la belleza de Donají florecía.

Sobre la leyenda de la princesa de los zapotecas existen varias versiones. Una de estas cuenta que en medio del conflicto, en una cruenta batalla cayó herido Nucano, el joven príncipe de los mixtecas.

En un acto de compasión, Donají lo rescató y lo escondió en su habitación para curarlo. Durante el tiempo en que estuvo escondido, el amor brotó entre los dos jóvenes.

La guerra continuó hasta que los mixtecos vencieron. Como acto de rendición, exigieron que la princesa de Donají fuera ofrendada como un rehén de paz al joven príncipe Nucano.

Pese al amor que sentía por el joven príncipe, Donají le pidió a su padre que la rescatara porque temía por su suerte y, en especial, por la de su pueblo. El rescate fue frustrado pero igual cobró la vida de muchos mixtecos, por lo que en venganza asesinaron a la bella Donají sin el consentimiento de su amor Nucano.

Tiempo después

Pasado un tiempo, un joven pastorcillo tenía a su rebaño cerca del río Atoyac cuando vio un hermoso lirio silvestre o azucena. Pasmado ante su belleza, decidió arrancarlo de raíz en vez de cortarlo.

Al cavar, se dio cuenta de que el brote provenía de una oreja, que pertenecía a una hermosa cabeza que estaba completamente en buen estado, casi como si estuviera viva. Se trataba de la cabeza de la princesa Donají.

Tiempo después, tanto el cuerpo como la cabeza fueron sepultados en el templo de Cuilapan, como una forma de atraer a nuevos fieles devotos hacia la religión católica. Durante la sepultura, la joven princesa zapoteca fue bautizada como Juana Cortés.



 

-Leyenda de la Matlazihua

La leyenda cuenta que por las calles de Miahuatlán de Porfirio Díaz en Oaxaca deambula una mujer con vestido blanco, casi flotando en medio de la soledad de la noche.

Si bien nadie que la haya visto recuerda con detalle su rostro, atinan a decir que es hermosa y que tiene un aire seductor verdaderamente irresistible. Se la conoce con el nombre de la Matlazihua y suele aparecérsele a aquellos hombres que andan a deshoras por la calle. Los seduce y los lleva a la perdición.

La leyenda cuenta que un afamado militar de Miahuatlán andaba de juerga con sus amigos cuando de repente una hermosa mujer apareció de la nada.

Su impoluto traje blanco y su larga cabellera negra atrajeron al militar, que se fue con ella, perdiéndose en la noche. Sus compañeros de fiesta lo vieron alejarse sin poder hacer nada. Al día siguiente, el militar apareció tirado en una cañada hecho un desastre, quizá producto de una paliza.

En la época colonial se decía que todos los hombres debían resguardarse en casa antes de que el sereno comenzara a prender los faroles, porque al que estuviera en la noche realengo se lo llevaba la Matlazihua, para hacerle cualquier mal.



domingo, 26 de diciembre de 2021

 

La leyenda del callejón del muerto

Otra de las famosas leyendas de la provincia de Oaxaca es la que se refiere al callejón del muerto, por un misterioso y espeluznante evento que ocurrió en una parte de la conocida calle llamada 2 de abril.

En la época en la que la luz eléctrica no existía, las calles de adoquines eran custodiadas por hombres que recibían el nombre de serenos. Durante la oscuridad, ellos custodiaban las calles alumbrando con faroles.

Una oscura noche, un desgarrador grito rompió el silencio. El sereno se fue corriendo a la iglesia a buscar al párroco. Al ver al cura, le informó que en la calle había un hombre apuñalado que se estaba muriendo y solo pedía ser oído en confesión.

El sacerdote salió junto con el sereno hasta el callejón; allí yacía el moribundo. Durante un rato, el clérigo escuchó una penosa confesión hasta darle la absolución.

El herido cayó muerto. Cuando el párroco buscó en la oscuridad a su acompañante el sereno, solo encontró su farol.

Por simple curiosidad, acercó la lámpara al rostro del muerto: era el mismo sereno el que yacía. Cuenta la leyenda que el sacerdote corrió despavorido a la iglesia para refugiarse. A partir de ese momento, el clérigo quedó sordo del oído por donde escuchó la confesión del moribundo.





 

-Leyenda del cerro de la vieja de Oaxaca

Hace muchos años, el municipio San Pedro Mixtepec era un lugar donde los hombres solían ir de cacería, mucho tiempo antes de que fuera un centro poblado como lo es hoy en día.

Cuenta la leyenda que un grupo de cazadores se detuvo frente a una gran roca ubicada en un cerro, en la que se veía la silueta de una hermosa india exuberante, con un par de trenzas negras. Al lado de la piedra, los hombres notaron una impresionante cantidad de plomo.

Los cazadores se apuraron a repartirse el plomo a la vez que seguían contemplando a la bella mujer dibujada en la roca.

La voz se fue corriendo y cada vez fueron más y más hombres los que se acercaban al cerro a buscar el metal para sus balas, y a intentar toparse con la hermosa india. Muchos regresaban decepcionados porque no había rastro de la despampanante mujer.

Sin embargo, una situación comenzó a alertar a los cazadores. De cada tres grupos de hombres que subían al cerro, solo regresaban dos que decían no haber visto a la dama.

Cuentan los habitantes del municipio que se solían escuchar gritos aterradores de hombres que eran perseguidos por la india de la piedra, ya que una vez que se mostraba ante ellos se desprendía de su roca para perseguirlos hasta que se perdieran para siempre.





viernes, 17 de diciembre de 2021

Chongos Zamoranos

Chongos Zamoranos

Preparación

miércoles, 15 de diciembre de 2021

El Cerro de Mariana

 

El Cerro de Mariana

Entre los pueblos de Nocupétaro y Carácuaro al sur del estado de Michoacán esta el Cerro de Mariana. Las leyendas de Michoacán cortas dicen que el cerro surgió debido a una trágica historia de amor. Haces muchos años reinó Campincherán de manera déspota sobre los pueblos Chichimecas y Nahuatlacas que habitaban el valle de Nocupétaro. El rey Campincherán poseía grandes riquezas y una hija que celaba de manera exagerada.

La hija del rey Campincherán se llamaba Marili, era una joven de gran belleza y de mucha tristeza porque su padre siempre la mantenía encerrada a causa de sus celos enfermizos. El rey nunca dejaba a su hija ni a sus riquezas pero debía asistir obligatoriamente a una reunión con mexicas y los señores aztecas. El rey no quería dejar sola a su hija por temor a que en su ausencia se presentara algún pretendiente, tampoco quería llevarla con él los otros asistentes a la reunión podrían interesarse en la bella doncella y él no podría negarse a conceder su mano a otro poderoso señor.

LEYENDAS DE MICHOACÁN CORTAS

La solución que encontró fue llamar a un demonio menor que tenía a su servicio a quien él llamaba Satán para que quedara al cuidado de su hija y de su riqueza. Satán no se negó a cumplir sus órdenes a pesar de no tener la autorización de sus superiores para ello y así, confiado, el rey partió a la importante reunión.

A penas la muchacha supo que su padre había partido se acercó a Satán y tímidamente le dijo que ella nunca había tenido amigos y mucho menos un novio a causa de los celos paternos pero que sentía enamorada de él y le rogó que solicitara autorización a sus superiores para casarse.

Satán que, secretamente, siempre se había sentido atraído por Marili se sintió feliz y no lo pensó. Enseguida formó un enorme montón con las riquezas del rey Campincherán puso rocas encima y sobre ellas montó a la joven para que estuviera protegida mientras él acudía a donde sus superiores a solicitar el permiso para casarse con su amada. Cuando los superiores de Satán escucharon la solicitud del joven demonio se enfurecieron nada más pensar que uno de ellos pudiera tener un suegro de la calaña del rey Campincherán.

Los superiores no sólo negaron la autorización para que se casara con Marili sino que además le dieron una paliza y lo encerraron para que olvidara su absurda idea. Marili quedó sobre el promontorio que se convirtió en el Cerro de Mariana y ella en la exuberante vegetación que lo corona. Cuentan las leyendas de Michoacán cortas que al volver el rey Campincherán, corrió tanto de aquí para allá buscando a su hija que se convirtió en el viento que constantemente recorre la región.

La llorona

 

La leyenda de La Llorona

Dice la leyenda que La Llorona es una mujer que vaga por las calles de varios regiones del país siempre buscando a sus hijos, a los que ella misma mató en una noche en que perdió el juicio. Comentan que se exhibe en ciertos sitios por los cuales alguna vez corrió un río. Igualmente se dice que es una mujer ataviada de blanco y de gran hermosura. Otros dicen que apenas se puede ver su silueta flotando por los aires. Solamente concuerdan en que siempre que se muestra se oye un prolongado y terrorífico alarido: «¡Ay, mis hijos!».

Acerca del origen de esta relato hay diversas interpretaciones: una es la del periodo de la colonia, la cual está fundamentada en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, quien fue parte de la conquista del Imperio mexica. Se dice que una mujer de procedencia indígena era amante de un noble español y, en el momento que ella le pidió concretar la relación, él se rehusó porque era integrante de la alta sociedad, lo cual desencadenó la desgracia por la que su alma vaga en pesadumbre.

Prosigue la narración explicando que esa noche la mujer hizo despertar a sus pequeños hijos, varón y hembra, cogió un puñal y los condujo al río, el cual se hallaba muy próximo a su casa. Llegada allí y enceguecida por el coraje, los acuchilló en varias oportunidades hasta que los quitó la vida.

En corto tiempo pudo reaccionar y, al percatarse de lo que había hecho, salio corriendo en desesperación por el río y emitió el espantoso grito por el que se ha hecho famosa.






La Dama de la Cascada

 

La Dama de la Cascada

Una de las leyendas de Michoacán transcurre en Tepuxtepec, en la cual se cuenta que en la cascada de El Salto, en el municipio de Contepec, una agrupación de jóvenes entusiasmados fueron a nadar. Aunque conocían del riesgo que podían correr, decidieron retar al destino. Se encontraban deleitándose de las plácidas aguas, a horas avanzadas por cierto, bajo una preciosa luna llena, cuando repentinamente alcanzaron ver a una mujer ataviada con una túnica blanca.

La mujer era muy hermosa, su extensa cabellera de un color negro. Su piel era excepcionalmente blanca, casi igual que su vestido. La mujer deambulaba, o más bien flotaba, por el borde del río donde se localizaba la cascada; iba sollozando lastimosa y dolorosamente.Al contemplarla, los jóvenes se percataron de que iba aproximándose a ellos, Se alegraron, ya que consideraron que la mujer iba a nadar y así podrían observar al que consideraban un precioso cuerpo. No obstante, al irse aproximando todos percibieron un pavoroso escalofrío y la impresión de que los pelos se les ponían de punta.

Inmediatamente, todos surgieron del agua y arrancaron a correr desnudos, escapando del horrible chillido que despedía la fantasmal mujer de blanco. Al próximo día, la totalidad de los osados jóvenes se enfermaron, no podían tragar bocado, no podían lograr el sueño y cuando lo alcanzaban experimentaban horrendas pesadillas.


El tesoro de la catedral de Morelia

 

El Tesoro de la Catedral de Morelia

En una de las leyendas de Michoacán se narra que en la ancestral ciudad de Morelia, denominada entonces Valladolid, en un cuesta de la loma de Santa María se hallaba el ingreso a un túnel que cruzaba la ciudad y estaba obstruido por unas cuantas inmensas piedras. No había construcciones en esos terrenos, ya que eran de propiedad del ayuntamiento. Los vecinos de las áreas cercanas señalaban que de ese túnel provenían gritos de pánico.Hace mucho tiempo una banda de ladrones había resuelto hurtar las riquezas que ellos sabían que se hallaban en una habitación especial de la Catedral de Morelia. Los ladrones habían resuelto ingresar a ese cuarto accediendo por el túnel de Santa María del cual se sabía que llegaba hasta la Catedral. Se adentraron y al arribar al lugar señalado comenzaron a excavar el piso del cuarto de los tesoros.


En tres ocasiones los ladrones lograron robar sin que nadie se diese cuenta de los faltantes en el tesoro. No obstante, cierto día el obispo estaba requerido de una pieza que era parte del tesoro y la mandó a buscar. Al no ser conseguida por el responsable de buscarla, éste lo notificó y un grupo de religiosos se dedicó a chequear el inventario con los objetos disponibles. De inmediato se percataron de que faltaban muchas cosas que debían estar allí.Todos se enteraron de los robos los cuales se estiman habían venido ocurriendo por los últimos tres años. Las autoridades hicieron investigaciones más nunca pudieron capturar a nadie ni hallaron explicación de cómo habían podido ingresar los ladrones del tesoro. Les denominaron los “robos enigmáticos”

Pero aunque los ladrones se enteraron de que los religiosos ya se habían percatado de los hurtos y se les estaba buscando, resolvieron repetir sus desvelamientos e ingresar de nuevo al recinto del tesoro. En un par de oportunidades más pudieron llevarse dinero y un cofre colmado de monedas de oro.Cierta noche, uno de los monjes ingresó a la habitación y se consiguió con tres hombres que estaban introduciendo oro en una bolsa. Al verlos el cura alertó a todos los religiosos de la catedral, los cuales sumados a los criados que se les aunaron se adentraron por el túnel por el que habían huido los ladrones para seguirlos y capturarlos. Todos iban rápidamente por el túnel cuando un repentino temblor provocó su derrumbe dejando a los religiosos atrapados.


Soldados llegaron para intentar sacarlos, cuando se percataron de que después del área derrumbada, el túnel se separaba en dos partes. Una de las cuales iba hacia el oriente y arribaba al sótano de un mesón, y la otra les llevaba hasta la entrada de la loma de Santa María. En ninguna de ellas consiguieron a los malhechores, quienes se habían desvanecido enigmáticamente. Y jamás se supo de ellos.

 El Hospital Fantasma de Morelia


Son contados quienes han vivido en carne propia alguna experiencia con tales espectros, siendo el caso del centinela del edificio de quien se ha tenido mayor certeza de las cosas insólitas que acontecen dentro del hospital cuando efectivamente no hay persona alguna circulando por sus interiores.


Se comenta que en el quirófano del hospital se muestra todas las noches un hombre que incomprensiblemente atraviesa las paredes y en ciertas oportunidades se oyen alaridos lastimosos, los cuales se considera que provienen de esa alma en aflicción que aún no ha conseguido reposo.


En la sala de la morgue, a la cual llevan los cadáveres de los fallecidos, se oyen con frecuencia ruidos extraños, sonidos de vidrios partidos y un rechinar de las puertas como si alguien las abriese y cerrase. Igualmente al circular por ese lugar se percibe una sensación horrenda como si alguien estuviera observando todo el tiempo.


En el salón de cuidados intensivos que se localiza en el octavo piso del hospital, los testigos que han podido observar a esta aparición relatan que por las noches se muestra una mujer con una bata blanca que deambula por los corredores en total silencio, y que deja a su paso una manchas de sangre en el piso y las paredes que al pasar del tiempo se desvanecen.


El centinela del edificio dice que la extraña mujer que se presenta en el octavo piso, cuenta con un historial de miedo, le habían practicado un trasplante de riñón pero desafortunadamente el órgano no llegó a funcionar como se esperaba y al conocer de las pocas expectativas que le quedaban de vida, resolvió optar por el suicidio arrojándose desde una ventana de ese piso.




martes, 14 de diciembre de 2021

MITOS Y LEYENDAS POR ESTADO "JALISCO", NACHITO

 NACHITO

La leyenda de Nachito comienza el 24 de mayo de 1882, fecha en la que murió Ignacio Torres Altamirano, conocido como Nachito, por el miedo que le tenía a la oscuridad. 

Se dice que por esta nictofobia, sus padres solían poner durante las noches  antorchas para iluminar la habitación del pequeño y este pudiera dormir tranquilo… pero una noche se apagaron y Nachito sintió tanto miedo que falleció por un infarto, su mamá lo encontró al día siguiente.

Los padres lo enterraron en el panteón Belén y fue ahí cuando inició esta terrorífica historia… pues al día siguiente de su entierro el sepulturero encontró el ataúd fuera de la tumba, el vigilante volvió a enterrar el ataúd para que no pensaran que él lo había sacado.

Pero al día siguiente y por diez días siguió ocurriendo lo mismo, al amanecer el ataúd aparecía fuera de la tumba.

La gente comenzó a hablar y decir que Nachito padecía el “mal del diablo” o que la tierra no lo quería y por esa razón “lo escupía”, pero sus padres comprendieron que el pequeño no podía descansar por el miedo que le tenía a la oscuridad, así que decidieron colocar la tumba en el exterior  y en cada esquina obeliscos para colocar antorchas y mantenerlo iluminado por las noches.


Hoy día son muchos los que visitan la tumba de Nachito, eso sí le llevan juguetes, pues dicen que si no le dejan algo el pequeño puede  acompañarlos y hacerle travesuras.

La leyenda dice que por las noches Nachito sale a jugar, pues sepultureros han encontrado los juguetes regados o en las tumbas de otros niños.

Si algún día decides visitar esta tumba, mucho cuidado en llevarte algo, pues Nachito puede enojarse e irse contigo…

ALAN GERARDO TARELO ANDRADE 



MITOS Y LEYENDAS POR ESTADO JALISCO

 UN VAMPIRO EN BELEN 

A finales del siglo XVIII, en la época colonial, llegó a la ciudad de Guadalajara, en Jalisco, un hombre rico de nombre Don Jorge. Se distinguía por andar siempre bien vestido y por haber comprado una costosa hacienda.

Sin embargo, no logró la simpatía de los habitantes, a quienes les parecía sospechoso que siempre vistiera de negro y realizara largas caminatas por la noche, además de su personalidad llena de misterio.

Repentinamente empezaron a aparecer animales muertos en las barrancas de un barrio llamado "El Carrizal". Los cuerpos estaban sin gota de sangre y con huellas de mordeduras en el cuello. En un principio, los habitantes lo atribuyeron a una epidemia.

Cuando empezaron a aparecer cuerpos de niños y adultos con las mismas características, la ciudad entró en pánico y los habitantes optaron por no salir de sus casas cuando se ocultaba el sol. Durante esas horas rezaban en sus casas por lo que creían era una maldición que había caído sobre la gente.

El pueblo decidió buscar al asesino. Fue así como, según la historia, descubrieron a "Don Jorge" cuando mordía el cuello de una de sus víctimas. En esa ocasión logró escapar, por lo que los pobladores le pidieron a un sacerdote que acudiera a la hacienda para exorcizarlo, pero no lograron encontrarlo.

Una noche, los pobladores, atraídos por unos gritos, descubrieron a Don Jorge mientras atacaba a una de sus víctimas.


Algunos jóvenes iniciaron la persecución de quien llamaron "El Vampiro de Guadalajara". Un viejo gitano les aconsejó atravesar su corazón con una estaca de madera y enterrarlo en un cementerio, por lo que le tendieron una trampa y para su sorpresa lograron atraparlo.

Mientras lograban clavarle la estaca, Don Jorge juró vengarse. Después de seguir el consejo del gitano, los jóvenes llevaron el cuerpo al Panteón de Belén, donde lo enterraron.

El sitio oficial del Museo Panteón de Belén destaca que al día siguiente, la sorpresa de los pobladores fue mayor porque la estaca se había convertido en un árbol que partió en dos la tumba de Don Jorge, con lo que nació una de las leyendas más antiguas de Guadalajara.

Según la leyenda, el día que el árbol termine de romper la tumba o sea cortado desde la raíz, ese día se liberará nuevamente el vampiro y volverá para cobrar venganza y aterrorizar a la población.

Se afirma que durante la noche, entre las ramas del árbol se pueden ver reflejadas las caras de las víctimas.

El árbol se encuentra protegido por una reja, ya que había gente que llegaba a cortar ramas para comprobar si era cierto que salía la sangre de Don Jorge. 






Mitos y leyendas por estado "jalisco"

 LA CASA DE LOS PERROS

Jesús Flores era un cafetalero viudo de setenta años que harto de su soledad buscaba con afán una compañera; Don Jesús tenía su casa en la calle Santo Domingo, actualmente llamada Av. Alcalde.


 Cerca de ahí, en Alcalde y San Felipe vivía una mujer viuda con tres hijas muy hermosas, familia dedicada a trabajos finos de costura, famosas por su “buena hechura” y talento en ello; una de las hijas de la costurera, -de notable simpatía- fue desposada por un apuesto y muy bien acomodado caballero.


 Elodia, otra de las hermanas, muy agraciada también, era del interés de Don Jesús, aunque ella no le hizo el menor caso y terminó contrayendo matrimonio con un rico alfarero de Tlaquepaque.

 

Don Jesús tenía pinta de haber sido apuesto en sus años mozos, pero de eso nada quedaba ya, excepto el dinero que hacía sus arrugas y achaques “menos notorios”. Ana, la última de las hijas, sin embargo, veía con simpatía al viudo, y aunque él nunca se mostró interesado en ella, hizo uso de su coquetería al punto de que el viejo pronto se vio proponiéndole matrimonio.

 

La joven, inteligente y perspicaz, no perdió el tiempo y para casarse puso como condición que se construyera un segundo piso a la casa porque solamente las familias adineradas tenían una así y ella pretendía mostrar una excelente imagen ante la sociedad. Don Jesús inmediatamente puso manos a la obra con la remodelación de la finca, encargando la labor al ingeniero Arnulfo Villaseñor; una vez terminada, y después de haber contraído matrimonio la desigual pareja, Doña Ana completó la decoración de la bella finca con un par de imponentes esculturas, las cuales tuvieron que ser traídas directamente desde Nueva York, dando así lugar al famoso título de “La Casa de los Perros”.

 

Don Jesús Flores tenía a su mando a un honrado caballero llamado José Cuervo (el mismo de aquel famoso tequila), quien con gran habilidad le multiplicaba día con día la fortuna a su patrón. No pasó mucho tiempo antes de que en la ciudad se empezara a correr el rumor de que entre Ana y José, -la mano derecha de Don Jesús, jóvenes de casi la misma edad- ocurrían amores ilícitos.

El tiempo no perdona y a Don Jesús se le terminó, dejando a Doña Ana sola, quien incapaz de soportar la viudez, muy pronto se consoló en los brazos de su fiel mayordomo Don José, quien siguió con trabajo arduo acrecentando su fortuna con el buen manejo de los negocios.

 

Semanas antes del día fijado para la boda, extraños episodios comenzaron a ocurrir en la “Casa de los Perros”; voces que parecían venir de ultratumba, luces extrañas, puertas que se cerraban y se abrían sin explicación; en fin, todo indicaba la presencia de un espíritu disgustado que no quería hacer sencilla la estadía de la pareja.

 

Doña Ana y Don José construyeron una casa nueva, en la esquina de Colón y Libertad, donde se fueron a vivir su insólito romance, dejando atrás aquella casona que la mujer ya no vio con simpatía, pues además de los misteriosos fenómenos sobrenaturales, estaba llena de recuerdos no del todo gratos.

 

Pasados algunos meses vendieron la famosa propiedad, aunque el dueño, -quién sabe si por el miedo- la dejo abandonada mucho tiempo, entonces, se corrió el rumor de que aquel que rezara un novenario en el mausoleo de Don Jesús Flores, recibiría en premio las escrituras de la “Casa de los Perros”. Era requisito que los rezos se efectuaran a las 12 en punto de la noche, llevando como única compañía una vela. Dicen que mucha gente lo intentó,  pero todos fracasaron. Algunos salían antes de cinco minutos, corriendo como alma que lleva el diablo, y con un miedo indescriptible en los ojos, explicando que una voz de ultratumba contestaba a cada uno de los rezos; otros se tardaban tanto en salir, que cuando los iban a buscar los encontraban desmayados.

 

Con el tiempo pasó la euforia, o se acabaron los valientes. Se destinó como sede del Museo del Periodismo y las Artes Gráficas de la ciudad de Guadalajara (MUPAG). Como museo fue inaugurado el 11 de agosto de 1994 y está dividido en tres secciones en las que se pueden encontrar diferentes materiales publicados en los años de 1700 (entre ellos, siete números del periódico El Despertador Americano), máquinas para imprenta del siglo XIX, un estudio de televisión, además de computadoras y una oficina para emisiones de programas radiofónicos, ambos de 1960. Sin duda alguna, la "Casa de los Perros" es de una belleza enigmática, una casa llena de leyendas e historia que nadie que visite o viva en Guadalajara se puede perder. 






Mitos y leyendas por estado Jalisco

 El sacerdote sin cabeza de tonala 

  El sacerdote franciscano de nuestra historia llevaba una vida ejemplar dedicada a servir a Dios; era muy querido, respetado por los fieles y toda persona que lo conocía; pero no todo era perfecto, pues también tenía enemigos que lo envidiaban y lo acusaron a la Inquisición de tener pacto con el diablo.

Una noche que el padre se encontraba cenando, fue apresado sin explicación alguna y llevado a una de las cárceles de la Inquisición. Pero como las autoridades eclesiásticas no tenían pruebas para culparlo, decidieron que confesara aplicándole la tortura de trato de cuerda.

El pobre padre al encontrarse a metro y medio de altura lo dejaron caer y lo levantaron de un jalón con dolores terribles. El padre se confesó una y otra vez inocente; los inquisidores no se conformaron y le pusieron peso en sus pies para que el dolor fuera más intenso, pero aún así el religioso se seguía declarando inocente. 

Después de una prolongada y dolorosa tortura, el padre se declaró culpable de todos los cargos, entonces fue juzgado y condenado.

Fue vestido con un gorro puntiagudo (capirote) y un capote amarillo de lana, que llevaba estampada una cruz de San Andrés, rodeada de llamas (sambenito) para que la gente lo insultara y le arrojara cosas. Pero, como el religioso era muy querido la gente se encerró en su casa para no ver la humillación de la que era víctima.

Después de la procesión, el padre fue ahorcado y decapitado.

Dicen las personas que viven en la localidad que aquellos que pasan por el árbol en donde se le ahorco, ven a un sacerdote sin cabeza oficiando la misa en latín. Dicen las malas lenguas que del cuello del sacerdote brotan chorros de sangre, y que las palabras que pronuncia parecen brotarle del corazón.






mitos y leyendas por estado "jalisco"

 EL ARCO DEL DIABLO 

Dice la leyenda que en el pueblo de puente grande, en el estado de Jalisco, durante la época colonial, vivía un matrimonio. Don Esteban de la Garza y su señora esposa, doña margarita. Ellos nunca tuvieron hijos, y don Esteban, nunca le pudo dar a doña Margarita la vida que de novios le prometió. Esto deprimía muy profundamente a don esteban.

Un día, al salir de una cantina, don esteban se topó con otro parrandero que estaba aburrido y sin ánimos de hacer nada. Dicho personaje era ni más ni menos que el mismísimo diablo, quien estaba algo pasado de copas.En el pueblo no existía puente que los comunicara con sus vecinos de Zapotlanejo, así que, en medio de las copas, el diablo le hizo un trato a don esteban, le dijo que el haría un puente que uniera a ambos pueblos en una sola noche, pero que a cambio don esteban le daría su alma. Pero si al primer canto de los gallos el puente aun no estaba concluido, entonces el trato se desharía y el demonio perdería la apuesta.

Don estaban, quien también estaba muy pasado de copas, creyó imposible que el demonio, en aquel estado etílico, terminara una construcción de tal dimensión en una sola noche, así que sin dudarlo, aceptó el trato.Entonces el demonio mandó llamar a todos los demás demonios del averno, y comenzó con la construcción del puente. Don esteban veía cientos de diablitos corriendo de aquí para allá empujando carretillas llenas de piedras y otros mas pegándolas.

 El puente quedaría terminado en tiempo y forma, según lo dijo el diablo.

Don esteban se retiró triste al lado de su esposa, la cual, al verlo tan acongojado le preguntó qué sucedía. Don esteban le contó lo que pasaba, y la mujer, lista como son las damas, ideó un plan para salvar el alma de su marido. Salíó doña margarita al patio de su casa, y comenzó a golpear sus muslos, simulando el aleteo de los gallos, después entonó un kikirikiiii tan esplendido, que los gallos de las casas vecinas despertaron y comenzaron a anunciar la madrugada. En cosa de segundos todos los gallos del pueblo cantaban, anunciando el alba, gracias a la treta de doña margarita. En el pueblo, el diablo saboreaba su casi seguro éxito. Ya solamente faltaba poner una piedra, y la pondría el diablo en persona. Iba trepado encima una carretilla recibiendo vítores de los chamucos; cuando de pronto se escuchó el canto de los gallos por todo el pueblo.

 Entonces el demonio, al ver que estaba todo perdido, se arrojó a las aguas del río seguido por todo el averno que trabajó en la construcción del puente, dejando tras de sí carretillas, palas, cintas métricas, planos y demás enseres de la construcción. 

El alma de don esteban se salvó.

 Desde ese día, en ese puente existe un hueco, que es en donde iría la piedra que el demonio no alcanzó a poner. Dicen los habitantes del pueblo que si alguien trata de poner alguna piedra en ese lugar, esta se cae al río.

ALAN GERARDO TARELO ANDRADE 



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